El Gordo de Cortes pretende ser su restaurante más emblemático y quiere reforzar la presencia del grupo en la capital. Para ello cuentan con una zona de interior y otra de terraza donde reunirán hasta a 160 personas. Un nuevo espacio del que disfrutar en la ciudad y que, además, irrumpirá “por todo lo alto”.
Arquitectura interior para este nuevo restaurante de «El Gordo y el Flaco» , en un local con una geometría del espacio publico en L, donde se utiliza todo el perímetro para disponer mesas y los extremos para realizar reservados.
A través de una sección tipo de exterior a interior: lama-vegetación-iluminación indirecta-respaldo-asiento, revestida con un tablero de fresno canaletto, que es compuesto con unas lamas que van marcando las secuencias de los diferentes elementos.
En las zonas húmedas y barra se utiliza una pieza cerámica enmarcada por las mismas lamas, unificando el conjunto y generando un fondo donde se pretende preservar a través de la iluminacion la maxima privacidad a los comensales.
Las lamparas individuales cuelgan del techo acústico para marcar los ejes de las mesas, mientras que en los espacios de transición la Iluminación se dispone sobre guías para tener mayor libertad.